China modificó su meta de crecimiento para los próximos cinco años al afirmar que prevé alcanzar un PIB promedio de 6,53% hasta 2020.
La cifra es menor al 7% que hasta ayer tenía como objetivo el gobierno del país
asiático.
El anuncio aún no es oficial, pero la información llegó de
primera mano: el Primer Ministro Li Keqiang se encuentra en una gira
diplomática en Alemania y fue precisamente en reuniones con la canciller Angela
Merkel donde reveló el nuevo objetivo, según dio cuenta la agencia de noticias alemana
Dpa.
El Jefe de Gobierno chino dio a conocer la meta de
crecimiento económico, antes de que se publicara el comunicado correspondiente
del pleno del Comité Central del Partido Comunista Chino, que sesiona esta
semana en Beijing.
Según la agencia Bloomberg, Li había planteado el 23 de
octubre a los miembros del Comité del Partido Comunista que la nación necesita
un crecimiento anual de al menos 6,53% en los próximos cinco años para cumplir
con el objetivo del gobierno de establecer una "sociedad modestamente
próspera".
Más allá de cómo se conoció la información, la cifra es
relevante porque en definitiva el propio gobierno chino reconoce el débil
crecimiento por el que atraviesa su economía.
Pero sobre todo, supone una preocupación adicional para el
resto del mundo.
El Fondo Monetario Internacional ya había recortado su
estimación de crecimiento, afirmando que China crecería 6,8% en 2015 y 6,3% en
2016.
Impacto en economías de América Latina
Los ecos de un menor crecimiento chino ya resuenan en
América Latina, que se ha visto afectada por una menor venta de commodities y
precios más bajos.
Felipe Barragán, analista de Bice Inversiones, considera que
una menor demanda de materias primas "nunca es positiva para los
emergentes, por tanto, esta noticia no es favorable para ningún país de América
Latina".
Mientras, Rodrigo Ibáñez, analista de Banchile, afirma que
si bien el nuevo crecimiento de China "no es tan malo" para los
emergentes, sí implica un desafío para diversificar la canasta exportadora.
Le Xia, economista del BBVA, asegura que esta nueva meta
sigue siendo poco realista: "El objetivo del 6,5% es todavía un tanto
difícil. Una meta del 5,6% parecería más factible", consigna el portal El
Economista.